Arquíloco y Aquiles olvidados

"No se puede la vida del hombre recuperar, ni comprar, una vez pasa la barrera de los dientes"(Aquiles, Ilíada 9,408)
El escudo que arrojé de mal grado en un arbusto,
soberbia pieza, ahora lo blande un tracio;
pero salvé la vida. ¿Qué me importa el escudo?
Otro tan bueno puedo comprarme.
(Arquíloco,traducción Ricardo Sánchez Ortiz)

ARQUERO

ARQUERO
ARQUERO

miércoles, 11 de febrero de 2009

voluntad-esencia-mundo



La música nos trae la inapariencia de la verdad a la apariencia; y la inapariencia no se muestra tal lo que vemos; en cada gesto humano se desvela nuestra auténtica libertad, exactamente igual que en la música, pero no cualquier música ejecutada de cualquier manera y en cualquier contexto; debemos tocar, o “atusar”, entreapercibir lo que oímos para que se nos muestre, debemos “atusarlo” desde nuestro leib interno insobornable y más consciente que la realidad que se muestra y vemos, pues ésta siempre lo hace de forma inconsciente y arbitraria, en donde la mayoría de las conjeturas se efectúan según un fictum atraído por lo que vemos pero no “atusamos”. No existe ese fictum en cambio, en la música “atusada” de esa forma. La forma desde la que entendemos los sonidos musicales tiene más que ver con lo pasado que con lo que está por escuchar. Sólo algunas personas se muestran con ese talento, el que ayuda a la escucha o también el que pone en marcha el mecanismo; son los héroes de las vivencias que otros no saben ver; los sujetos sin objeto, sin subjetividad externa, que reflejan de forma instantánea la inapariencia del arte. Cuando la música así vista o “atusada” se convierte en la ilusión del colectivo, entonces la vida responde a la vida; se acorta la distancia de la obra con la recepción. Entonces puede que nos convirtamos en el “espectador fenomenologizante” que practica la epojé dejando el ipse fuera de la implosión identitaria de los signos musicales. Pero eso instituye los “fiadores” o entre-apercepciones del sentido que se busca como una NUEVA ONTOLOGÍA, las nuevas reglas para la voluntad, las pseudo-psicosis sociales. Problema articulado como un corpúsculo trimembre: VOLUNTAD-ESENCIA-MUNDO, la forma fenoménica de algo indescifrable, el fenómeno de la voluntad y su reconciliación con la música. Nietzsche nos dio su lección en Música y palabra.
De tal corpúsculo sólo podemos hablar de MUNDO; podemos hacer la siguiente experiencia: cuando de repente apagamos la luz el ojo no ve, se hace la oscuridad; ¿qué ocurre entonces si dejamos una rendija de luz? Que el ojo va en busca de esa pequeña luz y empieza de nuevo a configurar las formas originarias. La experiencia de la noche es la experiencia del día, una experiencia que continuamente reinicia el sentido de las formas originarias en un círculo de eternidad, círculo de la nada, pero de vida material eterna, sin fictum hecho hueso. La originariedad conquistada por la visión interna, enfocada con un mecanismo cinematógrafo que puede guiar por sombras. También los ciegos pueden hacer esta experiencia para ganar el leib interno que “atusa” la música.

"Sí, hermanos míos, para el juego del crear se precisa un santo decir sí: el espíritu quiere
ahora su voluntad, el retirado del mundo conquista ahora su mundo." Así Habló Zaratustra, "de las tres transformaciones".

domingo, 18 de enero de 2009

Corpúsculo


En un juego vano,
al que la voluntad nos obliga,
nuestra forma de estar en la realidad
no merece la pena.
Mientras el arte hace huecos
la moral deshace obligaciones:
esa es la triste descripción de la vida actual.
Andar los planetas, las naves,
que nadie afronte el sufrimiento,
andar locos sueltos por la calle,
de phantasia.
Sin señales de vida,
que nadie responda;
la conformidad del padecimiento
excede lo ordinario, el tiempo del juicio.
Sana razón sin delirio,
operación del entendimiento:
pronóstico de astrólogos.
Cualquier preludio busca acabar,
se extingue y se apaga como fuego vano,
en filosofía ni siquiera sirve de entrada.
Sin rumbo ni orden,
sólo por absorción o por emisión
sobrevive como corpúsculos dando saltos.

lunes, 15 de diciembre de 2008

Antes no había nada


Antes no había nada, sólo un vacío que todo lo absorbía y abarcaba; después se formó la tierra de ancho pecho, suelo seguro de todas las cosas. Esto nos expone la Teogonía; para el campesino Hesíodo, pero de clase media, el mundo entero de objetos se basa en la tierra y de ella procede. En tercer lugar la energía de futuras producciones, Eros, el más hermoso de los dioses y de los hombres. Del caos surgieron la oscuridad y la noche. Ambas están emparejadas, y mediante el poder creador de Eros, las fuerzas positivas brotan de las potencias negativas: el día y la claridad celeste (Eter). El día es así hija de la noche y la claridad celeste hija de la oscuridad: el no-ser precede al ser. Así nos narra Hesíodo el surgimiento de la vida misma como justificación de tiempos viejos y antiguos, donde el hombre "se las tenía que ver" con la naturaleza; este viejo mundo, del que hoy tenemos nostalgia, porque nisiquiera somos capaces de hacernos una idea clara de lo difícil que resultaba entonces la vida en la tierra, porque no lo conocemos, porque ni la vida misma se conoce ahí, porque la inmensa gama de tonos afectivos que el mundo actual ha ganado a la naturaleza no tienen ni un ápice de similitud con los modos de "salir adelante" que el mundo antiguo ponía en juego. Lo único seguro es la tierra y antes el vacío, que todo lo puede, y donde otros colocaron las diversas genealogías de la fundación, aprovechando la coyuntura del poder que les dio la conquista de la tierra, y donde los demás no tenían derecho a vivir sino es por decisión de los "padres" de la fenomenología antigua,se instaló también Eros, que a todos pertenecía, pero que nadie vive su "efecto" como los "receptores" de la tierra, los que la heredaron por las jornadas de Eros, llegando así a la claridad de Eter; una claridad que es más confusa que difusa, que justifica más a la oscuridad que a la vida plena, quedando el hombre a espensas de una simulación de genealogías; de un "juicio" que se cree en condiciones de ejecutar una "doxa" verdadera, cometiendo una tremenda injusticia con los antepasados en la serie, con la tiranía, que sólo se puede vencer y justificar la venganza según la ley del talión, una ley que no es ley sino descontestualizada, marginada, una ley de "aprovechamiento", que desemboca en la soledad de las genealogías morales.

lunes, 8 de diciembre de 2008

ROBERT "PETE" WILLIAMS



soldado de la superviencia

"Paisaje llano y húmedo, duro y despiadado. Canales de agua oscura y embarrada. La maraña vegetal asfixia los arroyos, amontonando el légamo. Las casas son de maderas oscuras de recuerdos de pintura antigua. Las únicas señales de vida son las antenas de televisión que protuberan de los tejados". Así cuenta Sam Charters su viaje a la pequeña aldea en la que vivía Robert "Pete" Williams cuando fue a grabarle en 1973 unas sesiones que se publican en vinilo en the legacy of the blues vol.9. "El blues es algo que se echa encima, como un predicador. Cuando te sacude y tú estás en el garito y la gente bailando....el blues te sacude tan fuerte que empiezas a hacer blues que ni siquiera sabes". Así explica el gran lírico la puesta de blues, un arte tan olvidado por la estética musical clásica como por aquellos que siempre lo han imitado.
La Louisiana rural era entonces un estado dividido entre lo católico-francés y la nueva iglesia baptista frecuentada por familias de gentes de raíz pobre. "Pete" Williams vivía en una aldea al lado de las vías férreas, aunque nisiquiera las gentes del lugar podían decir exactamente dónde vivía; nisiquiera habían oído hablar de ese nombre; la fenomenología del blues primitivo todavía no puede ser entendida en ciertos círculos; si lo hubieran llegado a ver, no se lo creerían. Parece que sólo en un sitio público como la estafeta de correos, saben decir a Sam dónde vive este hombre.
La casa de Robert "Pete" la construyó él-mismo con sus manos, y su leib interno. Los materiales con los que se construyó la casa los encontró por los alrededores, así era el blues primitivo mismo, hecho a base de sudor y sensaciones encontradas, pertenecientes a todos y a ninguno, aunque no por contagio. En esa época el gobierno americano ya había abierto escuelas para los niños de la zona.
Sam Charters lo describe como un tipo con cierto aire de "insistencia física alrededor suyo", con una "presencia amenazante en su rostro"; "su piel es oscura, su boca, cuando está a solas con su pensamiento, tiene un mohín taciturno, sus ojos están semicerrados, quedamente vigilantes. Entonces comienza a hablar, los ojos se abren cuando se vuelve para sonreír, y se siente su franqueza, su repentina sensibilidad". A los diez años ya trabajaba como un hombre adulto; durmiendo debajo de sacos, de desayuno café y pan, y doce dólares por el sudor de un mes; cuando trabajaba de peón mató a un hombre y lo condenaron a cadena perpetua en la penitenciaria de Angola. La guerra como soldado de la supevivencia y la poesía de la tierra hiciron a éste hombre. Cuando sale libre de la cárcel vaga por EEUU y Europa sacando canciones con medio litro de vodka a sus pies, dejando que vengan a él. Si estos hombres eran unos insensatos, eso significa que el blues primitivo, como arte popular del que todo el siglo XX ha descargado, ha sido apropiado por la cultura propagandística de la música popular como lo extraño y misterioso. La insensaez, de todas formas, no es una característica del arte primitivo o arcaico (lo mismo podemos decir de la conducta de Arquíloco, por ejemplo, que también hacía poemas y canciones breves de estilo y metro diferentes, allá, no se sabe en qué año de la Grecia arcaica, y al que la sensatez más de una vez lo salvó de morir en la guerra de otros), sino de la sociedad que le sustenta.

Los versos vienen en las sugerencias de los sonidos del acompañamiento y del esfuerzo intelectual de la phantasia del poeta lírico; el material de esos versos, es a su vez recogido de los peonajes y años de presidio. La sensación del cantor de blues no sólo pertenece al oír las canciones, sino también en la casa misma del gran artista.
Lo que caracteriza al blues primitivo es la libre extensión que va dentro de la propia canción; los temas de conversación que tiene el artista son los de sus canciones, nos dice Sam; éstas no son más que una estructura controlada de su propia vida; o si no, lo que acaba de ocurrir ese mismo día: "Yo tengo mi pequeño negocio, sabe, y si el buen dios nos manda buen tiempo salgo con mi camión y recojo chatarra de metal. Pero hoy ha habido demasiada agua...La aldea va a tener todos los coches en la calles y las calles se ensuciarán detrás de ellos, y yo soy el que se los va a llevar". Toda esta opinión se puede exponer en un verso de blues, al que el artista transpone toda la vivencia, se crea a partir de lo que se sabe, o lo que ha ocurrido; esto hace el cantor de blues, y es todavía parte de lo que el propio cantante quiere decir. El nombre de la canción se lo da a partir del primer verso de la última estrofa, a diferencia de otros cantores de blues. La última de las palabras debe de estar en su lugar correspondiente. Dice el artista:

"No hay lugar donde pueda decirse que la vida termina y que-abre la funda de la guitarra, la saca mientras busca el dedal metálico que utiliza para algunas de sus canciones-el blues comienza". Este es el retorno de lo salvaje que significa el blues, fuera de todas las genealogías mitológicas de las familias fundadoras de todo "lo real" en al arte, ese "salvajismo" en el blues, o que éste nos trae, salta tan radicalmente, una vez compuesta la obra, a lo cotidiano o vivido, o desde ello, que hace que cualquier Stiftung en el arte sea algo embarranado, como los alrededores de la aldea.-

sábado, 25 de octubre de 2008

Husserl o Gustavo Bueno


El materialismo filosófico está “empeñado” en que la Idea de Materia se predica trascendentalmente de los diferentes Géneros de Materialidad e incluye así la conciencia predicativa, haciendo a la conciencia Trascendental pura actividad; el error, la falsedad es que lo interpreta de forma psicológica en la crítica o regressus achacando a otros su psicologismo, o no explicando porqué no puede darse una “conciencia autista” con un Ego individual subjetivo responsable de la generación e invención de otras intersecciones de Ideas; precisamente su psicologismo consiste en la ocultación de una estética filosófica de la Idea de Materia que no es ni imanente ni trascendente, sino que es una pluralidad pasiva y pasible indefinida; olvida las tonalidades afectivas de los mundos, creyendo (en una creencia puramente religiosa) que no es más que psicologismo y diferenciando dos polos si quieren conjugados: apariencia y realidad efectiva que hacen unos sujetos operatorios subjetivos; no distinguen percepción ni phantasia, pues ésta sería, en línea con Husserl, algo manipulable. Aquí está esta creencia y su identidad, y lo que hacen aparecer confundiendo aprehensiones y cualidades:
1- CREENCIA PERCEPTIVA P1P2… Pn..P2P1=
encadenamiento perceptivo
APARICIONES A1P1A2PAn A1
-> -> ->
ligadas por unidad de identidad. Las flechas = intención a) en el seno de la continuidad del encadenamiento perceptivo en identificación continua.
=”intención” aprehensiva por similitud y contigüidad. Se establecen así, en las conciencias actividades perceptivas modificadas, a través de la creencia como impresión. Se quedan en Husserl de 1908.
Aunque Gustavo Bueno muchas veces se desmarca de los sujetos operatorios del materialismo filosófico; el Cristianismo, según Gustavo Bueno, debería defender, en principio, la tesis de la pluralidad de los mundos. Pero, por otro lado, la tesis de la economía divina—en tanto que se apoya en la fe, en la realidad individual del Verbo encarnado— sugiere que, de hecho, sólo nuestro mundo existe. Esta era la tesis de Santo Tomás: los mundos pueden ser infinitos, pero, de hecho, sólo existe el nuestro; y éste podía ser ab aetemo, pero, de hecho, ha sido creado en el tiempo.
Hipólito (s.III) en el libro IX de su Refutación de todas las herejías, donde se expresa que todas las herejías cristianas no eran otra cosa sino la resurrección de sistemas de pensamiento pagano. En ese libro habla de la herejía de Noeto, el “patripasianismo” (como el padre y el hijo son idénticos, el padre sufre y muere en la persona de su hijo). Desde la perspectiva de una estética del arte religioso antiguo, (la de san Hipólito, por cierto, o la de san Ignacio de Antioquía), perspectiva pagana, puesto que los rituales paganos no eran más que “simulaciones ante el dios”, aunque de hecho se practicaran auténticos asesinatos, esa “identidad” o “mismidad” del padre y del hijo, queda en entredicho, sólo se pudo dar una vez; el hijo, en la ontoteología cristiana de la época, no es más que un actor loco y aunque del hecho de que un padre posea las propiedades que él posee, pueda explicar que el hijo posee las propiedades que él posee, y aunque los dos puedan incluso parecerse, por eso los cristianos los confunden, eso no quiere decir que el hijo sea una imitación del padre. Por eso dicen que el padre es distinto al hijo, y sostienen, docetistas y gnósticos valentianianos, la tesis de la apariencia del cuerpo de cristo, y por tanto la apariencia de su nacimiento y su muerte. San Hipólito piensa que esta herejía es una reedición de la filosofía de Heráclito; y parece que Gustavo Bueno también, en sus Ensayos materialistas: “Es importante subrayar, en este contexto, la significación materialista del cristianismo, en su polémica contra el formalismo metafísico neoplatónico, en cuya línea se desenvolvió, p. ej., la herejía docetista. El dogma central del cristianismo, el dogma del Verbo Encarnado, supone una elevación del "estatuto ontológico" del cuerpo, que deja de ser casi la nada (apariencia, principio del mal, etc.), para convertirse en una realidad positiva divinizada. El cristianismo, ya desde su comienzo, junta las dos tradiciones hasta entonces irreconciliables sobre la materia: la tradición espiritualista (cristianismo de trascendencia) y la tradición materialista (cristianismo de "inmanencia"), y aun las funde en el dogma de la resurrección de la carne, por virtud del cual el materialismo se hace trascendente. Lo que no se puede olvidar es que, en toda la Historia, al lado del cristianismo "docetista", que desprecia ascéticamente a la materia corpórea, se desenvuelve el cristianismo educador de la conciencia materialista, que predica el respeto al mundo corpóreo, como obra de Dios, y excomulga a quienes, por desprecio, se abstienen de boda, carne o vino (Canon 50 de los llamados "Cánones de los Apóstoles").” Lo que ya no dice Gustavo Bueno es porqué se recurre a la estética filosófica para justificar la trascendencia de la carne; boda, carne y vino es un ritual aparente escénico muy antiguo.

miércoles, 3 de septiembre de 2008

piedras

piedras filosóficas
Siempre ha habido sacerdotes callejeros desde que a Dios se le puso condiciones, desde que en la calle, en el puente o el teatro se empezó a interpretar toda fortuna en la vida como premio y toda desventura como castigo de una desobediencia a Dios; incluso los que piensan que no estamos instalados en un régimen filosófico (desechado ya el régimen mítico), y creen que la filosofía es un pasatiempo metafísico de una noche de verano adormidera con humos jovencillos en corro superiores, y creen a pie juntillas en su complejo de inferioridad con condiciones, no saben muy bien distinguir entre la imaginación y la benevolencia. Entonces se produce una inversión de la moral dice Nietzsche en El Anticristo: “La moral no es ya expresión de las condiciones de vida y de crecimiento de un pueblo, no es ya su más profundo instinto de vida, sino que se ha vuelto abstracta, se ha vuelto contraria a la vida; la moral es la perversión sistemática de la fantasía, es la mal mirada para todas las cosas… y se hace del pasado un estúpido mecanismo de salvación”. Una imaginación enferma. Y sigue en el Zaratustra:
“Y cuando Zaratustra dio la vuelta a una roca vio no lejos debajo de sí, en el mismo camino, a un hombre que agitaba los miembros como un loco furioso y que, finalmente, cayó de bruces en tierra. «¡Alto!, dijo entonces Zaratustra a su corazón, ése de ahí tiene que ser sin duda el hombre superior, de él venía aquel perverso grito de socorro, - voy a ver si se le puede ayudar.»
“«Quien os escucha, quien con gusto os escucha, reyes, se llama Zaratustra.
Yo soy Zaratustra, que en otro tiempo457 dijo: “¡Qué importan ya los reyes!” Perdonadme que me haya alegrado cuando os decíais uno a otro: “¡Qué importamos nosotros los reyes!”
Éste es mi reino y mi dominio: ¿qué andáis buscando vosotros en mi reino? Pero acasohabéis encontrado en el camino lo que yo busco, a saber: el hombre superior.»
Cuando los reyes oyeron esto se dieron golpes de pecho458 y dijeron con una sola boca:
«¡Hemos sido reconocidos! Con la espada de esa palabra has desgarrado la más densa tiniebla de nuestro corazón. Has descubierto nuestra necesidad, pues ¡mira! Estamos en camino para encontrar al hombre superior, - al hombre que sea superior a nosotros: aunque nosotros seamos reyes. Para él traemos este asno. Pues el hombre supremo, el superior a todos, debe ser en la tierra también el señor supremo. No existe desgracia más dura en todo destino de hombre que cuando los poderosos de la tierra no son también los primeros hombres. Entonces todo se vuelve falso y torcido y monstruoso. Y cuando incluso son los últimos, y más animales que hombres: entonces la plebe sube y sube de precio, y al final la virtud de la plebe llega a decir: “¡mirad, virtud soy yo únicamente!”»-
¿Qué acabo de oír?, respondió Zaratustra: ¡Qué sabiduría en unos reyes! Estoy encantado y, en verdad, me vienen ganas de hacer unos versos sobre esto: -aunque sean unos versos no aptos para los oídos de todos. Hace ya mucho tiempo que he olvidado el tener consideraciones con orejas largas. ¡Bien! ¡Adelante!”

jueves, 17 de julio de 2008

EL CASCO Y EL INSTINTO


...y hablamos de nuestra condición de individuos a los que se les "representa" un conjunto de apercepciones de otros, de unas operaciones en escena que, distan mucho de ser legítimas; "operaciones" o efectuaciones de actos aperceptivos que se plantan como maquinales, de forma metafísica, ante los que el individuo se defiende con el "instinto"; una nueva identificación es necesario poner en obra mediante una curiosidad científica (que es un instinto biológico de primer orden, según Gustavo Bueno, "Ensayos materialistas", págs 198-200) previa a la constitución de la conciencia filosófica, ya que hoy día nadie se enfrenta a tal condición. No se dice así que el instinto sea algo predeterminado con un sentido unitario que de cuenta de la historia natural, de la donación del ser o considerar los datos "en sí". Se apela al nivel "originario" donde hombre y animal coinciden, como encuentro fenomenológico de lo ajeno, arrojados por nadie, siempre ahí, en un descarte.

martes, 8 de julio de 2008

La dynamis perdida


Abriga lanzas,
se levanta la tierra dolomía;
ignorado tras el manto tegumento,
hielo seco,
ardid de intención,
se desliza un río entre genios inclinados
a los dogmas,
se evade.-

Cautelosamente, hacia fisuras filosóficas.-


viernes, 4 de julio de 2008

Cerca glacial

Macizo de Babia

Echamos a rodar por la tierra,
el campo llama de abrazadoras, festoneadas,
de romper el hielo la roca,
me quedé helado, desabrido.-


viernes, 27 de junio de 2008

CÁRCAVO:Mímesis de los contenidos



Muchos filósofos, nuevos, viejos, "bloguesabios", usurpan contenidos de diferentes campos y los acoplan en unas phantasiai oscuras.



"El campo visual de la percepción es un entrelazamiento asociativo de varios campos sensibles separados. El campo visual está separado del campo del tocar, etc. Por otro lado, en su coexistencia, no son incompatibles, se entrelazan incluso constantemente bajo forma de objetividades perceptivas que aparecen de manera unitaria. Si ponemos sólo atención a los momentos del campo visual, nos olvidamos del campo táctil, [69] pero este último no desaparece. Y podemos poner atención a los dos a la vez, como cuando miramos la mano y ponemos atención al mismo tiempo a su presión sobre la carpeta. Incluso: entendemos y vemos a la vez, y podemos relacionar los contenidos–de–sensación de las dos especies en una apercepción en la cual los dos engendran entonces una unidad coexistente. La separación en campos diferentes corresponde aquí a las separaciones de los géneros esenciales de contenidos. Lo que está emparentado genéricamente y específicamente fusiona hasta la unidad. La unidad de la apercepción objetal usurpa pues sobre esas unidades contenidos y sus separaciones. Toma contenidos en los diferentes campos (sin retirarlos de ellos) y forma a partir de ellos las unidades de la coexistencia." (Husserl, "Phantasia y conciencia de imagen,(Tercera parte principal de las lecciones del semestre de invierno 1904/1905 sobre “partes principales de la fenomenología y teoría del conocimiento”).