Después de Kant, desde Hegel a Feuerbach, los
críticos de la moral, los que se ocupan de tal cosa, se han apropiado de las
cosas y de las ideas que plantean, porque quieren otra cosa que lo criticado,
quieren transformar su sentido,porque la lingüística es activa, según nos dice
Deleuze en un escrito titulado "Nietzsche y la filosofía"; esto le
ocurre a Habermas, Austin o Aranguren; las condiciones del habla que, tienen su
asiento en la moral, son sólo "imaginarias", las ficciones de la
moral, con vistas a, bajo el efecto a veces de mixtificaciones, como el creer
que hay estructuras morales previas al lenguaje; son claros los dos ejemplos
que pone Deleuze sobre las dos primeras disertaciones de Nietzsche en "la
genealogía de la moral":
1º.-Desde la primera disertación, Nietzsche
presenta el resentimiento como «una venganza imaginaria», «una venganza
esencialmente espiritual» [xxxv]. Más aún, la constitución del resentimiento
implica un paralogismo que Nietzsche analiza detalladamente: paralogismo de la
fuerza separada de lo que puede [xxxvi]. 2º.-La segunda disertación subraya a
su vez que la mala conciencia no es separable de «hechos espirituales e
imaginarios» [xxxvii]. La mala conciencia es por naturaleza antinómica, al
expresar una fuerza que se vuelve contra sí misma [xxxviii].
O fijémonos en los propios filósofos, que
constantemente están obligados a ser contradictorios en sus escritos públicos
porque los poderes subyacentes amenazan con la caída en el ostracismo; el mismo
Kant, que al principio de la critica de la razón asume que la Crítica debe ser
total, porque no se le debe escapar nada, dice o habla y escribe Kant,y
positiva, afirmativa, porque no restringe el poder de conocer sin liberar otros
poderes hasta entonces descuidados, resulta que ¿Cree el lector seriamente que,
en La crítica de la razón pura, «la victoria de Kant sobre el dogmatismo de los
teólogos (Dios, alma, libertad, inmortalidad) haya alcanzado al ideal
correspondiente, e incluso, puede pensarse que Kant tuviera intención de
alcanzarlo? Deleuze dice: ""Nunca se ha visto una crítica total tan
conciliadora, ni un crítico tan respetuoso"". Esto sería un claro
ejemplo de la "ficción de la moral" en una forma impositiva al
lector; condena las usurpaciones de dominios y los propios dominios le parecen
sagrados.
En fin, que
no existe ni el hecho ni el fenómeno moral, sino una interpretación moral de
los fenómenos.
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