Arquíloco y Aquiles olvidados

"No se puede la vida del hombre recuperar, ni comprar, una vez pasa la barrera de los dientes"(Aquiles, Ilíada 9,408)
El escudo que arrojé de mal grado en un arbusto,
soberbia pieza, ahora lo blande un tracio;
pero salvé la vida. ¿Qué me importa el escudo?
Otro tan bueno puedo comprarme.
(Arquíloco,traducción Ricardo Sánchez Ortiz)

ARQUERO

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domingo, 18 de enero de 2009

Corpúsculo


En un juego vano,
al que la voluntad nos obliga,
nuestra forma de estar en la realidad
no merece la pena.
Mientras el arte hace huecos
la moral deshace obligaciones:
esa es la triste descripción de la vida actual.
Andar los planetas, las naves,
que nadie afronte el sufrimiento,
andar locos sueltos por la calle,
de phantasia.
Sin señales de vida,
que nadie responda;
la conformidad del padecimiento
excede lo ordinario, el tiempo del juicio.
Sana razón sin delirio,
operación del entendimiento:
pronóstico de astrólogos.
Cualquier preludio busca acabar,
se extingue y se apaga como fuego vano,
en filosofía ni siquiera sirve de entrada.
Sin rumbo ni orden,
sólo por absorción o por emisión
sobrevive como corpúsculos dando saltos.