Arquíloco y Aquiles olvidados

"No se puede la vida del hombre recuperar, ni comprar, una vez pasa la barrera de los dientes"(Aquiles, Ilíada 9,408)
El escudo que arrojé de mal grado en un arbusto,
soberbia pieza, ahora lo blande un tracio;
pero salvé la vida. ¿Qué me importa el escudo?
Otro tan bueno puedo comprarme.
(Arquíloco,traducción Ricardo Sánchez Ortiz)

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lunes, 5 de septiembre de 2011

Sobre el artículo de Gustavo Bueno: La visita del Papa Benedicto XVI a España (agosto 2011) y los ideales de la ilustración de la «Juventud».




    Hay que recordarle a Gustavo Bueno que la “ilustración” de la razón, es precisamente lo que la fe quiere hacer; el papa quiere alumbrar la razón, nos da la solución al origen de la razón con la dialéctica, igual que San Ireneo; pero los “racionalistas” no necesitan hacer un ritual en una plaza para hacerse oír; de sobra es sabido ya las dos vertientees de la Iglesia católica: los que están a favor y los que están en contrar para estar a favor; hasta el materialismo filosófico se adapta a la “apariencia” del laicismo cuando se trata de “presumir” de razón; tienen el mismo rasgo cateto muchos contenidos del 15 m y prácticamente todos de la recepción del papa en agosto; pero no nos engañemos, la razón es usada para transformar el entorno, y no la fe; no se puede decir a unos creyentes que cambien los modos sociales sólo “transportando” ingenuamente la fe de un lugar a otro; el cambio lo da la razón , el pensamiento, la dialéctica, y eso lo utiliza el papa, prueba de ello son sus publicaciones, que no se dedican sólo a afirmar la fe, como debería de hacer; así es que ese encuentro señor Bueno no era religioso al menos por parte de su “ilustrísima” sino racional; la fe no intervenía para nada; y ya que la razón no evoluciona linealmente sino “transmutándo” o “transformando” el entorno, diremos entonces que tampoco había ahí “cuestión” de fondo sobre el “cristo”, sino pura recepción de una imagen incuestionable. 
 La religión en su majestad se vuelve “filosofía” al modo de Karl Löwith en su libro: “De Hegel a Nietzsche: la quiebra revolucionaria del pensamientoen el siglo XIX”:  “la religión se vuelve filosofía de la religión, una vez que el espíritu pensante sobrepasa los grados de la fe inmediata y del mero pensamiento ilustrado”, pág. 63 ed.Katz. Qué altura alcanza entonces su “majestad”, y es cierto al parecer. Supera la religión por la filosofía de la religión. Pero con eso, no deja de salirse de la razón; la fe ha quedado en algo barato. Esta es la cuestión interna del papa; que estaba más cerca del 15 m que de los jóvenes duplicados, jmj; es un Desprecio a los que allí se congregaban para escucharle,  con mayúsculas. Un insulto a su analfabetismo dialéctico porque el ilustrado como vemos es él mismo, el que ataca a los ilustrados.
  Y diremos más; ¿porqué el Papa no se opone a que las izquierdas “ateas” se concilien con él el mismo día que esas mismas le atacan? La respuesta es bien sencilla: por la reconciliación (hegeliana) de la filosofía con el Estado y con la religión cristiana; para adecuar el mundo “real” al mundo del espíritu. Y de ahí también que en ese momento el Estado español se apropie de la filosofía de la religión del Papa o se enlace con ella. La verdadera filosofía es “culto divino”, y ambos están así “divinamente” confrontados. Esto entra en la problemática que Gustavo Bueno ve en el concepto de “ilustración”.
  De esa forma vemos una conexión entre católicos y ateos que no pueden dejar de ser católicos y, racionalistas ilustrados y católicos analfabetos (que no lo son todos, por supuesto),  que parece no necesitan estudiar filosofía, o la estudian a escondidas o la comparten en la ”mente universal”, y la confrontación entre 15 m y religión católica es pasiva por ambos bandos. Ahí las dos escalas se mezclan más que se rozan. La idea de “religión actual” fuera del marco histórico, porque si no dejaría de ser actual, aunque reciba de su pasado cierto fundamento, queda reducida a una analogía con la idea de “ilustración”. Esto también está implícito en el artículo de Bueno. Es como si ambos se intentaran apropiar uno del otro, de ahí que no haya confrontación directa, porque cada uno quiere encontrar o hacer valer lo que K. Löwith llamaba el “espíritu del tiempo” aunque sean analfabetos: “el espíritu del tiempo se refiere a la propia época en cuanto significa el derecho peculiar del presente con respecto a una tradición que ya no tiene vigencia”, págs 265/266. Cada tiempo al parecer tiene su modo peculiar de hacer las cosas; como el propio materialismo filosófico.

2 comentarios:

  1. Es de notar porqué Gustavo Bueno, Agustín García Calvo, y otros "co.rreligionarios" hayan descrito a los jóvenes del 15-M como: "los menos formados", cuando ellos mismos se han encargado durante tantos años de "formar"....

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