nosostros creemos en supuestos.
En la ciudad un argumento,
envuelto en alfombras blancas.
Desaparece en el aire
la presencia estética.
En butacas de salón,
rodeado de amigos vecinales
y parientes lejanos.
Vienen dos sirenas vestidas,
con ropa de tragedia.
A la búsqueda de una presencia
del amor en la calle.
El circo ambulante actúa
con secretos al oído.
En la huída busca la verdad,
salvar la realidad.
En argumento ontológico,
en un recinto privado
están sólo los zapatos,
cambiados.
Sale al recinto privado;
¡agárrate a la forja de hierro!
Vuelve la sangre,
aprehende el sol de Siberia.
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